Prueba Piloto con Niños del Espectro Autista (TEA)

Gracias Judith Abelenda por compartir con Neurolandia este maravilloso articulo:


Los niños con diagnóstico de trastornos del espectro autista (TEA) han recibido por largo tiempo tratamientos de integración sensorial (IS). Sin embargo, hasta la fecha no ha habido estudios que con total confianza prueben la eficacia de esta intervención con estos niños.
En la Edición Enero/Febrero de 2011 el American Journal of Occupational Therapy (Revista Americana de Terapia Ocupacional) publica los resultados de un estudio piloto sobre la eficacia de las intervenciones de IS en niños con TEA. Este estudio trata de resolver los diferentes problemas que se han encontrado en el pasado para realizar estudios de eficacia.
Los terapeutas ocupacionales que usamos en nuestra práctica cotidiana el marco de referencia de integración sensorial celebramos la publicación de este estudio, y esperamos que los esfuerzos en esta dirección continúen para poder proveer a los niños con TEA servicios eficientes y de probada eficacia.

Entre las dificultades para realizar estudios de eficacia se cita el hecho de que la naturaleza individualizada del tratamiento de IS no permite aplicar protocolos preestablecidos a todos los niños en el estudio. Otra dificultad radica en que los estudios han contado con un número de participantes muy pequeño, lo que hace difícil establecer estadísticamente la eficacia de la intervención. Finalmente, la falta de herramientas de evaluación apropiadas para medir el cambio después de la intervención ha creado otra barrera para la medición de la eficacia.

El objetivo de este estudio piloto es implementar un diseño de alta calidad con el objetivo de establecer un modelo para futuras pruebas controladas aleatorias, identificar cuáles son las mejores herramientas para medir los resultados de la intervención y establecer si las intervenciones de IS son efectivas en niños con TEA.

El estudio incluyó 37 niños de entre 6 y 12 años que fueron asignados de manera aleatoria a dos grupos: uno recibió tratamiento de terapia ocupacional basada en integración sensorial, y el otro tratamiento de terapia ocupacional con énfasis en motricidad fina. El tratamiento fue provisto de manera intensiva 3 veces por semana durante un período de 6 semanas.

Para tratar el problema de la heterogeneidad de las intervenciones debido a la naturaleza individualizada de la misma, el estudio utilizó una medida de fidelidad al tratamiento, que establece las pautas que una intervención de integración sensorial debe seguir para poder ser designada como tal y establecer unos patrones comunes a todas las intervenciones.

Para tratar el problema de la medición del progreso antes y después del tratamiento, el estudio utilizó (además de una serie de baterías que evalúan el procesamiento sensorial, la responsividad social,  las funciones neurológicas y escalas de conducta adaptativa), una Escala de Logro de Objetivos (Goal Attainment Scaling – GAS). Esta escala permite establecer y medir objetivos de tratamiento funcionales, significativos y específicos para cada participante en el estudio. Es este caso, los objetivos fueron establecidos por los investigadores en conjunción con los cuidadores principales de los niños. Los objetivos se dividieron en tres categorías: Procesamiento Sensorial y Regulación, Habilidades Funcionales Motoras, y Habilidades Sociales/Emocionales.

Los resultados indicaron que al finalizar la intervención ambos grupos demostraron mejoras en los objetivos establecidos por el GAS, pero el grupo que recibió integración sensorial obtuvo mejoras significativamente mayores en las tres áreas.

Por otra parte, el grupo de integración sensorial demostró mejor responsividad social con muchos menos manierismos autistas (movimientos repetitivos, autoestimulación) indicando que esta intervención puede tener una influencia sobre los síntomas centrales de TEA. Es posible que esto se deba a una mejora en la habilidad de procesar estímulos sensoriales, ya que tanto la autoestimulación como los movimientos repetitivos tienen la función de regular la función sensorial.

Finalmente, al finalizar el tratamiento, una gran cantidad de niños del grupo de IS, que no habían sido capaces de completar una prueba estandarizada antes del inicio del tratamiento, pudieron hacerlo, indicando mejor atención y habilidad de enfocarse y de comprender instrucciones dadas verbalmente.

En síntesis, este es un estudio promisorio que otorga un apoyo preliminar para el uso de intervenciones de IS con niños con TEA

El artículo completo donde se presenta este estudio es:
Pfeiffer, B.A., Koenig, K., Kinnealy, M., Sheppard, M. & Henderson, L. (2011). Research Scholars Initiative – Effectiveness in sensory integration interventions in children with autism spectrum disorder: A pilot study. American Journal of Occupational Therapy, 65,  76-85